Siento que el corazón se me va a salir del pecho de los nervios y lo asustada que estoy, no tenía la más mínima intensión de volver allí, ni siquiera estoy dentro y me incomoda. Jugando con mis dedos volteo para mirar hacia la entrada y veo a Alonzo venir con ella de la mano, cuando sus ojos se encuentran con los míos abre la boca de la impresión y se suelta del agarre de Alonzo para venir corriendo hacia mí. Su cuerpo se pega al mío de golpe, y me agacho para abrazarla mejo, de un momento a otro no puedo contenerme y lloro. Me alejo de ella a regañadientes, no tengo mucho tiempo. —Hola —tomo su rostro entre mis manos y le sonrío. —Lissy —sollozó. —. ¿Por qué te fuiste? —Chiquita, yo te dije que de no ser extremadamente necesario no me iría de tu lado, sé que debes estar enojada