Sigo de largo para bajar e ir a mi hospedaje, pero escucho algo detrás de mí.
—Uhum —alguien se aclara la garganta—.¿En serio harás esto ahora? —pregunta.
Volteo a verlo y le sonrío con inocencia.
—Tus padres están aquí —me excuso.
Me mira mal. —¿En ese momento?
Tenía razón, recién nos reconciliamos y yo me estaba portando de esa manera con él, sus padres saben de lo nuestro, no tiene sentido estarme escondiendo a que nos vean juntos.
Camino de regreso por el pasillo hasta llegar a su puerta.
—Lo siento, no sé porque aún me aterra que tus padres nos vean juntos o que me vean saliendo de tu habitación —le digo entrando.
—Bueno, sólo tienes que acostumbrarte —dice cerrando la puerta. —. ¿Acaso no te doy tu lugar? —pregunta pasando a sentarse sobre la cama.
—No digas eso, he
