En cuanto mi oreja choca contra su pecho sobre las sábanas, me acuerdo de uno de sus partidos de soccer en la preparatoria. Se había convertido en el goleador del equipo (y rival de Neil por tanto), así que los demás equipos lo veían como una amenaza durante el torneo estatal. En aquél partido de semifinal fue literalmente tacleado por un jugador del equipo contrario. Podría sonreír divertida si reviviera lo que hice: bajé corriendo las gradas y me le eché encima cuando Alan tardó en levantarse. Me reclamó que no lo dejaba respirar, a partir de ahí, el adjetivo calificativo favorito para mí fue: "molestia" Me pierdo un momento en su acompasada respiración, aliviada sinceramente porque esté mejorando rápidamente. Diana opina que Alan estará cien por ciento repuesto para la boda y ha pue

