17 de septiembre La luz del sol asomándose por el cristal de mi cuarto hace que abra los ojos, aunque la verdad es que seguiría durmiendo por varias horas más. Anoche fue una de esas noches donde después de su confesión nos quedamos abrazados planificando nuestra boda. Ya tenemos la fecha, 9 de febrero del próximo año. Hemos incluso decidido hacer una ceremonia sencilla en la playa y hasta hemos escogido irnos de luna de miel a la Polinesia Francesa. La observo detenidamente aun dormida a mi lado y sigo pensando cómo logra seguir adelante después de todo por lo que ha pasado. Además de amarla, la admiro cada día más. Es una mujer fuerte, inteligente, valiente, y sobre todo con un gran corazón. No puedo dejar de imaginarme que, si ha sido capaz de pasar por todo eso con tal de que no las