Sus palabras me dejan sin respiración por un momento no es fácil procesar lo que me ha dicho. No puedo ni imaginarme cómo se siente en estos momentos, otra vez ese asqueroso hombre abuso de su cuerpo. Quisiera tener frente a mi y matarlo con mis propias manos. La abrazo con fuerza y comienza a llorar desesperadamente. Me recuerda a mi madre cuándo se enteró de la muerte de mi padre.
Tengo tantos sentimientos mezclados, que todo lo que ha pasado con Adam pasa a segundo plano.
Sigo abrazándola con fuerza, la ayudo a levantarse y nos dirigimos a la recamara, para que pueda darse un baño y descansar.
-Natalie, te pido que no le digas nada de esto a mis hijos.
-Pero deben saberlo. ¡No podemos ocultar algo como esto? No puedes hacer lo mismo.
-Lo se Natalie, pero no tienes idea de lo que e
