Iktan No sé ni cómo diablos me siento justo en este momento. Estoy nervioso, molesto, triste, asustado... ¿Pueden creerlo? Yo, el alfa, el maldito rey, asustado. Todo lo que acaba de decirme Aura me parece tan inaudito que apenas puedo procesarlo. Tendremos dos hijas, las hijas de una profecía tan antigua como mis ancestros mismos. Eso es lo que me da miedo, que la historia se repita. Ahora esa locura de que mi esposa es la última descendiente de Cihuametztli, lo complica todo porque lo último que se supo de ella fue que dió la vida por una de ellas. No necesito que Aura elija vivir por una de mis...nuestras hijas, las quiero a las tres vivas. —¿Podrías dejar de pensar tanto? Ni siquiera puedo escuchar mis propios pensamientos. –me reclama Edahi quien se mantiene a un lado de la