[Alessandra] —No me mires así— le digo a Lana, después de que llega Nicolas a la casa de mis padres. —Pues no puedo entender lo que hace ese tipo acá— contesta brava y yo volteo los ojos. —Es el padre de mis hijas y es el hombre al que amo— le digo seria. —¡¿Cómo puedes decir eso después de todo lo que te hizo?!— grita furiosa. —Cálmate— la miro mal. —Tuvo sus razones, erradas, pero las tuvo y al final ha pagado cada cosa que hizo mal— respiro profundo. —¡Ja! ¿Razones? ¿Qué razones?— está tan irritable que me hace sentir incómoda. Una pequeña punzada en la parte baja de mi abdomen, me hace respirar profundo y masajeo la zona con cuidado. Creí que pasaría rápido la molestia, pero mientras Lana sigue haciendo comentarios irónicos, siento otra punzada. La puerta se abre y