En el clímax de su orgasmo, Julián se levantó para después apartar sus piernas y abrir paso a su m*****o erecto. La penetro lentamente y cuando su cavidad fue llenada por él, se acercó al rostro de Camila, la miro con dulzura y le susurro: —¿Serás solo mía?—a causa de su excitación, Camila solo asintió. —Dime que serás solo mía—insistió Julián. A camila le desespero su exigencia, ella solo quería tener sexo , sentir el placer que su cuerpo deseaba, pero al no ver algún indicio de que Julián fuera a moverse, lo miro a los ojos y sonrió. —Solo tuya—le dijo en cierto tono seductor. Julián arremetió contra Camila lentamente, haciéndola gemir. —Repítelo—le ordeno con desesperación. —Solo seré tuya—dijo entre gemidos. —Quiero escucharlo de nuevo—insistió Julián, esta vez tomo la parte pos