- j***r Lex - dijo cuándo mi mano se metió bajo su ropa. Bajó sus besos a mi cuello, lo sentí sonreír contra mi nuca ... metió una mano bajo mi buzo y tocó uno de mis pechos sobre el sostén. - Mmm ... - gemí. Sentía como si quemara el lugar por donde pasaba su mano. Me presioné junto a él y sentí su erección. Dios, era enorme. Aunque no tenía con qué compararlo, supongo que su tamaño no era el estándar. - Oh Dios Lex, te deseo tanto ... Volví su boca a la mía, lo dejé entrar en una batalla por quien se rendía primero. - Yo también- dije. Él tomó mi pijama y yo la sacó por encima de la cabeza. Con el dorso de sus dedos acarició mis hombros y trazó la tensión de mi pecho. De un poco fue subiendo sus manos a mis pezones, los pellizcó y gemí. - Connor ... - susurré. Tenía un torbel