Después de comer Connor me dejó en el hospital y quedó de recogerme en unas dos horas. Lo besé antes de que se fuera, el me miró con ternura y se marchó. Saludé a Mel, la recepcionista del piso, y seguí mi camino al cuarto de mi mamá. Al entrar sentí una opresión en el pecho. Me senté a su lado y acerqué su mano a mi mejilla. - Hola mami - susurré. Me dolía verla así, me dolía mucho - hoy tuve una mañana increíble. Connor me llevó a un orfanato. Sé que suena feo, al principio sentí una enorme tristeza al ver a todos esos niños sin el cariño de un padre o una madre, pero luego esa tristeza se volvió felicidad al ver como jugaban y reían entre ellos. Soy algo así como una voluntaria, me la pasé genial jugando a las mamás y a los superhéroes. Ah, y también me convertí en un caballito - sonr