Curtis Wood. Escucho las palabras de Ginevra mientras intento pensar en mi próximo paso. Me choca saber que se siente vencedora y aunque debo reconocer que han sabido manipularme en el pasado, que he caído como un maldito principiante, no puedo permitir que crean que pueden conmigo. Porque si hay una persona que puede hacer doblegar mi voluntad, es esa la que me ha dicho que la he vuelto a decepcionar y se encuentra a cientos de kilómetros de distancia. Rememoro las palabras que Ginevra acaba de decir y me río. Comienzo leve. Al principio mi risa es muy baja, solo ella puede escucharla. Pero al pasar los segundos y recordar todo lo que ella ha desencadenado, mi risa va aumentando de volumen. Y al final, termino carcajeándome, al punto que me duele un poco el abdomen y las mejillas