KRISTAL La casa de campo de la familia de Nicholas es maravillosa, toda de madera, con estilo rural y de dos plantas. Lora y John nos reciben gustosos cuando llegamos, a comparación de Logan, que me agradece infinitamente haberle librado de estar aquí solo. Nicholas me lleva hasta la que era su habitación cuando venía, y quedo impresionada por el enorme tamaño de esta, con baño propio y todo. Las paredes tienen algún que otro poster de algún grupo musical propio de adolescentes, y el escritorio de madera tiene talladas palabras con las tijeras. –Me encanta esta casa –opino. –A mí no. Me siento en el borde de la cama y él hace una mueca. – ¿Por qué no? –Justo dónde estás tumbada mi padre se la folló. Me levanto de la cama de golpe y miro con asco el lugar. N