KRISTAL –Bestia... –Susurro con voz ronca. Tras haberme quedado esperando a Nicholas, junto a Rose, simplemente me tumbé en el sofá y caí rendida. A parte de que dormir con la enana es imposible. –Shhh... Noto el cómodo espacio hundirse y de seguido una gran mano acariciándome el pelo con movimientos lentos y repetitivos. Abro los ojos poco a poco, reconociendo a “La Bestia” a mi lado. Me incorporo sobre el sitio y debo frotarme los ojos para acostumbrarme a la poca luz que proviene de la calle y se filtra por la ventana. –Estás borracho –Afirmo. El olor a alcohol llega a mis fosas nasales comprobando mis dudas. –Solo un poco –Hace una mueca con los labios y se estira. –Espera... –Enciendo la luz y sofoco un grito de horror a verso cubierto de sangre y