KRISTAL
Amy no para de meterse en tiendas y lo peor ¡Es que sale sin nada!
Me ha llamado a las nueve de la mañana para ir a desayunar porque quiere contarme una cosa, son las once de la mañana y todavía no lo sé.
Me siento en un banco que hay en mitad del pasillo lleno de tiendas y dejo las dos bolsas que llevo a mis pies. Amy me imita y suspira pesadamente.
–Estoy saliendo con tu hermano.
– ¿Qué?
–Usaba el nombre de Rush para que no nos pillaseis.
–¿Te fuiste a la playa con él? –curioseo.
No me parece para nada mal que salgan, de hecho Amy es perfecta para él, por no decir que es mi mejor amiga. Christian se veía realmente alegre cuando hablé con él antes de que se fueran, y ver que por fin mi hermano ha asentado cabeza me gusta.
–Sí.
– ¡Es genial
