NICHOLAS Llevo dos jodidos días sin saber nada de Kristal. Amy me esquiva cuando la hablo y mi hermano directamente ni me mira. Exactamente nadie me da noticias de ella, y eso me desespera. Golpeo más fuerte el saco y Austin tiene que pararme para que no lo tire al suelo. – ¿Qué coño te pasa? –espeta y frena el saco. –No sé dónde está, no contesta mis llamadas ¡No sé una mierda sobre ella! Tiro con furia los guantes al suelo y cojo el móvil para volverla a marcar. ¡Nada! Al puto buzón de voz. Hasta a su madre he llamado, ¡Tampoco sabe dónde está! Maldigo otra vez más y salgo de la sala de entrenamiento con solo los pantalones de deporte. – ¡j***r, venir! –exclama Rick desde la cocina. Ese gilipollas se acaba mis cervezas de una sentada. Vamos con é