AMELIA Todos se tomaron la noticia de mi embarazo muy bien, pero eso no quitó que mi padre le echara otra de sus amenazas a Elliot. Después de saber que era un niño, hasta nuestros amigos de Nueva York se acercaron para ver qué tal nos iba. Fueron los mejores días para todos, sobre todo para Erick que congenió muy bien con Camille; en menos de un mes ella volvió a San Francisco para pasar tiempo con él. Vino para quedarse y se hizo parte del grupo con rapidez. Durante el embarazo, Elliot y yo disfrutamos más el tiempo a solas en nuestra casa. Tenía seis meses de embarazo, era un niño, y parecía que montar la nueva habitación no tenía fin; siempre había algo nuevo que montar, una esquina que decorar... Elliot empezó a trabajar más desde casa durante el último trimestre, así que ese día e