AMELIA Nueva York fue perfecto, pero tantos años allí me hizo extrañar las cosas que tenía viviendo cerca de mi familia y una ciudad más tranquila. Nos quedamos con el apartamento porque era comprado, y viajamos mucho porque yo tenía a mis amigas allí y una empresa de ropa con ellas, pero a veces los cambios eran buenos y la vuelta a lo conocido también. Además, Erick era un poco desastre manejando sólo la empresa de su padre y Elliot fue a su rescate, así que últimamente viajaba mucho entre Nueva York y San Francisco, sólo quise hacer las cosas más fáciles para los dos. —¿Y esta? Te pega, es casa de familia perfecta —me dijo Elliot durante nuestra búsqueda de una casa. Fue la casa de una familia perfecta porque fue nuestra. No se lo dijimos a nadie. Aparecimos de sorpresa por el cu