Danielle. Los tres nos abrazamos muy emocionados, esto es un logro no solo para mí, nada de esto fuera posible sin mis empleados, ellos son los que merecen todo el crédito de este logro. —Danielle, me estás poniendo nervioso —me dice Damián. —¿Qué pasa, Damián? No entiendo. —Deja de tocar mi trasero, espera a que lleguemos a casa. —Yo no soy, tengo mis manos en otro lugar. Nos separamos y volteamos hacia Marco. —Lo siento, pero en esta vida es para quienes la aprovechen y yo sí que lo hice. Damián se esconde detrás de mi otra vez. —Danielle, dile a ese demonio pervertido que se aleje de mí. Marco es un dios griego y corre detrás de Damián sabiendo que a él no le gusta, sin embargo, supongo que nada más es deseo s****l. —Marco, por favor, solo te pediré respeto, Damián es mi nov

