Una cabaña señores, si no podía alquilar una cabaña para que mi hija y sus primos se divirtieran, nada de lo que trabajaba ahora tendría sentido, está vez se sentía real, era fruto de mi arduo trabajo... Mi hermano se encargaba de la comida en el asador, Bett y Zoe se divertían conversando con una copa de vino en la mano, y la pobre niñera, si no me equivoco se llamaba Olivia, hoy tenía trabajo triple. Tania jugaba en la orilla siendo vigilada por los ojos de su padre, y mi pequeña Annie jugaba con Gabriel, quién era mayor que ella, pero no dejaba de ser todo un caballero, por primera vez me sentí querido, sentí que pertenecía a un lugar, a una familia, esa paz que nunca tuve, ahora sabía lo que era, no sentirse constantemente vigilado... Miré a mi hermosa esposa, sonriendo y charlando t
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