–¡Tienes que estar bromeando, Taylor! – ella abrió los ojos con sorpresa, las mentiras de Ben seguían saliendo a la luz y ella peor se sentia al respecto. -Señorita Alcott, tengo aquí los resultados de sus análisis – el medico entró en la habitación interrumpiéndolos – todo se ve normal en su organismo, sus costillas están un poco magulladas, asi que deberá tener mucho cuidado y utilizar una venda que se asegure de que nada se salga de su lugar, pero de resto está perfecta, puede irse hoy mismo si lo desea – el medico sonrió – usted y el señor Mascherano tiene mucha suerte. –Me iré hoy mismo, gracias – ella se puso en pie con la ayuda de Taylor y se preparó para salir del hospital. Debía ir con Benjamín para pedirle explicaciones sobre la maldita clausula y más que eso, debía encontrar