–¿Por qué la llave no sirve? – le preguntó Taylor a una de las empleadas del servicio. Después de que se hubiera percatado de aquel pequeño detalle, Taylor corrió de regresó a la mansión e intentó abrir las puertas de entrada a la cárcel de la mansión. –La señora Mascherano mandó a que cambiaran la cerradura de la casa hace una semana más o menos – confesó la empleada. Taylor frunció el ceño, aquello le parecia demasiado extraño – ¿Dijo por qué lo hacía? –Ella no habla nunca con nosotros – levantó los hombros con indiferencia, recordando que siempre que Vivian se dirigía a ellos era para tratarlos como a esclavos. Vivian siempre se sintió superior a la servidumbre y no desaprovechaba oportunidad para hacer uso de su poder, contrario a Benjamin, que siempre fue un príncipe muy adora