—No, perdona, es que no puedo dejar de observar los lobos que hay en todas partes. —Ah ya te disté cuenta— sonrió— la familia Dashwood es dueña de todo esto y más, no es raro que el lobo distinga lo que es de su propiedad. —Si ya había escuchado que eran muy poderosos, pero no sabía que marcaban sus propiedades como ganado. Chris dio una carcajada y fingió quitarse una lágrima del ojo. —Nadie lo podía decir mejor que tú— acerco su caballo al mío—¿Quieres comer algo? Habíamos estado dando vueltas por mucho tiempo, la mañana se había convertido en tarde y parecía que llovería, la conversación había sido tan buena que habíamos olvidado comer. —¿No crees que deberíamos irnos antes de que llueva? —La lluvia nos alcanzará a medio camino, deberíamos esperar a que pare—sugirió mirando al ci