Había recibido una llamada muy temprano por la mañana, Jessie Lawrence me había pedido vernos antes de ir directo al trabajo, acepte, ya que ella no había publicado nada de lo que sabía. Esperándola en la terraza del café decidí pedirme un café, la vi entrar con mucha seguridad, la chica desbordaba elegancia y estilo y era extremadamente guapa, vi como robaba miradas a su paso, ella me miró y sonrió, se acercó a la mesa, me saludo y se sentó. — Buenos días, señor Franco. ¿Qué tal está? — Lo siento, me pedí un café, me tomaste por sorpresa y no alcance a tomarme mi café matutino. — ella asintió sonriente. Un momento después paso un mesero y tomo su orden. — querías verme... ¿Qué es tan importante como para quitarle a un hombre su café de la mañana? — Jessie sonrió. — Asumo que me inve