Narra Bett.
Tristemente nuestro encuentro no duró demasiado, pero los pocos días que estuvimos juntos fuimos una pareja totalmente normal, enamorados, felices, la felicidad que nunca pensé merecer estaba ahora presente gracias Franco y podría ser permanente si Franco lograba solucionar nuestro problema con Bethany, sabía que lo solucionaría, ahora él estaba alistando su maleta para volver a casa.
— Ah, no quiero que te vayas. — lo abrace por la espalda. Franco soltó una pequeña risita y acarició mis manos con ternura.
— Sabes que lo hago por nosotros... — suspiré. Solté mis brazos de su cintura dejándolos caer a mis costados, Franco se giró y me miró con ternura. — Cariño, mi amor, mi vida, mi todo... — dijo haciéndome pasar de un puchero de tristeza a una gran sonrisa emocionada. — así
