Narra Bett. Franco se había ido hacía unos días, sabía que debía esperar que pudiera solucionar todos los problemas que nos impedían estar juntos nuevamente en público, así que lo esperaría lo que fuese necesario si eso implicaba que pudiera estar con él como una adolescente enamorada, sin que nadie nos criticara, ni nos tildara de desalmados por ser felices mientras que la mujer que no solamente atento contra nuestra vida sino que también abuso de mi chico, tema del que él no quiso hablarme pero del que me enteré por dicho artículo publicado y otros tantos donde lo tenían de objeto de burla. Me indignaba de forma inimaginable, pero tenía que mantener la cordura y ser paciente, confiaba en Franco y en la eficacia de sus actos. Hoy como todos los días seguí mi rutina, correr, ir a ver a