Narra Bett Había pasado un año, un año más de felicidad pura, Tania tenía ya dos años. Franco decía ser adicto a mí, lo cuál había aumentado increíblemente mi autoestima, me sentía hermosa cuando me miraba, cuando me tocaba y me decía cosas hermosas, los días pasaban y él cada vez era mucho más dulce conmigo, desayunos en la cama, veladas fuera de casa, ya que la última vez que intentamos ponernos en plan calientes Olivia nos descubrió en pleno acto, al principio era incomodo, me sentía mal, aunque ella hubiera hecho de cuenta de que nada pasó, no sabía cuánto había visto, y tampoco pregunte, porque eso habría sido más incomodo aún, pero gracias a mi esposo había olvidado aquel episodio, mi pequeña Tania ya tenía dos años, dos años llenos de maravillosos momentos, empezaba a hablar, repe