Narra Bett
Era nuestro segundo aniversario y para festejarlo decidimos ir a la playa, Tania tenía tres años y nuestro hijo menor tenía un año, habíamos decidido llamarlo Gabriel, el pequeño tenía los ojos de su padre, sus hermosos verdes esmeralda, su cabello castaño como el mío, cada vez que lo miraba no me podía creer lo que habíamos creado Franco y yo con nuestro amor.
Me hermosa Tania hablaba muy bien y era una niña muy inteligente, sabía contar hasta el treinta y se había aprendido las vocales y el abecedario, haciéndonos sentir tan orgullosos, estaba yendo a la guardería, era una niña muy tranquila y al mismo tiempo bastante sociable, sus maestros estaban maravillados con ella.
Las olas del mal arrastraban la arena de la orilla mientras que Franco y Tania jugaban a mojarse los pi
