Melanie tiró de Barbara para que se sentara con ella en el borde de la cama. —Tenemos que ganarnos la simpatía de tu hermano, ahora que lo pienso, él ha sido cegado por esa gente de baja categoría, no podremos cambiar su posición abiertamente. —¿Entonces qué hacemos? No quiero fingir ser amable con ellos, no es mi estilo —replicó Barbara. Melanie le dio una palmadita en el dorso de la mano. —Simplemente ignóralos, si no puedes hacer nada bueno, mantente neutral, no te molestes ni menciones nada sobre ellos. Barbara frunció el ceño — Eso es aún más difícil. —Concéntrate solo en ganarte el corazón de tu hermano, no pienses en nada más. —¿Y cómo lo hacemos? Ni siquiera recuerdas su alergia, hay que conocer al enemigo antes de desafiarlo —dijo Barbara sarcásticamente. Melanie respiró h

