–Espera. No has explicado por qué me ayudaste. Sé que me odias. ¿Por qué no simplemente me dejaste morir? Tu vida sería mucho más fácil si yo no estuviera en este mundo – preguntó Connor en voz baja. Sofia guardó silencio por un momento. Luego, poco a poco, sus labios se curvaron tristemente. –Una vez fui abandonada cuando caí en un abismo muy profundo. Nadie quiso lanzarme una cuerda. Me vi obligada a soportar la oscuridad y el miedo sola, hasta que finalmente alguien me tendió la mano y entonces yo pude salir viva – dijo Sofia, recordando ese pasado hace cinco años, cuando sus padres y su tía fueron los únicos que estuvieron para ayudarla. Connor tragó con dificultad. Su garganta de repente se secó y su pecho se apretó. Era como si pudiera ver las heridas de Sofia a través de eso