Recorrer las calles de Esquel abrazada a él en su moto después de aquella conversación donde me dijo tantas cosas se convirtió en una travesía diferente. Ya no estaba abrazando a mi novio, estaba abrazando al hombre con quien no tengo duda alguna que quiero pasar el resto de mi vida. Sé que tome esa decisión una vez y que me equivoque, que él me fallo y que me hizo vivir uno de los peores momentos de mi vida, pero con Neizan tengo claro que todo es diferente. Estoy segura de que él no me va a lastimar, de que me va a cuidar siempre y que me va a hacer vivir las más hermosas aventuras de mi vida. Después de todo eso fuimos a cenar a un restaurante ubicado en una terraza y con una vista a los Andes que robaba el aire a cualquiera. Con él me siento más feliz que nunca, antes quizás me impor