Después de haber desayunado y agarrado nuestras cosas de la habitación, estamos a punto de subirnos a la moto para seguir con nuestro camino rumbo a Ushuaia, pero llevo una de mis manos sobre uno de sus hombros y lo detengo —Espera— Le digo llamando su atención y me mira un poco sorprendido. —¿Qué paso nena?— Me pregunta un poco sorprendido por mi reacción y trato de tomar valor para decirle lo que voy a decirle. —No te lo iba a decir, pero creo que no me queda otra… no quiero que todo esto se convierta en un malentendido entre nosotros dos— Comento antes de decirle las cosas. Él me mira un poco preocupado y por lo poco o mucho que lo conozco sé que esta preocupado por lo que le pueda llegar a decir —¿Qué pasa nena? — Me pregunta agarrándome la cara para hacer que lo mire a los ojos