Me despierto a mitad de la noche con las piernas un poco adoloridas, pero con una sonrisa en mi rostro. Los brazos de Franco me aferran a su cuerpo y sentirlo desnudo contra mis glúteos, no es algo que me ayude a calmar, sino todo lo contrario, su respiración está tranquila, así que duerme, cosa que no quiero hacer. Empiezo a mover mi cadera suavemente contra su cuerpo, pero me hago la que dormida intenta acomodarse mejor. La respiración de Franco empieza a cambiar y sé que su cuerpo ya está reaccionando a mi roce porque una erección empieza a presionar contra mi piel, muerdo mi labio y me giro entre sus brazos, aún sigue adormilado, entonces empiezo a darle besos en su pecho, hombros, quijada, haciendo que sonría aún con los ojos cerrados… parece que cree que está soñando. Muevo mi de