Después de acostar a Marco y Nany, bajamos nuevamente las escaleras, Mamma Nelly y “Ricardo” hablaban cómodamente, lo que nos daba a entender que ella era otra de las mujeres víctimas de caer en las redes de Ricci, ya que su forma de ser, alegre, caballeroso, responsable y risueño, es lo que más llamaba la atención. —Amore mio, andiamo? (Amor mío, ¿nos vamos?) —le pregunta Ricci a Nicolette y esta me mira. —Mi scusi —dice Mamma Nelly, apenada —me gustaría poderles ofrecer quedarse acá, pero no tengo más habitaciones. —Non preoccuparti di questo (No se preocupe por eso) —le dice mi prima, tomándola de la mano agradecida. —Debemos agradecerle por tanta hospitalidad y espero que, si no hay problema, podamos volver mañana —comenta esperanzada. —Sì, naturalmente —contesta alegre Mamma