La jornada nos dejó a todos terriblemente cansados, así que después de cenar rápidamente, nos fuimos a dormir. Mi prima iba en el auto con Ricci, cabeceando del cansancio cuando nos despedimos después de que Marco la hiciera ir a acostarlo y arroparlo para poder descansar, aunque la verdad es que uno lo hace con gusto, porque ese pequeño se le roba a uno el corazón completamente. No alcancé a poner la cabeza sobre la almohada, cuando caí profundamente dormida. Unas voces me despiertan poco a poco y cuando abro los ojos, ya ha amanecido y parece que Marie ya está en la cocina, junto a Mamma Nelly. Estiro mis piernas y después mis brazos al tiempo que un gran bostezo transforma mi cara, me levanto aún cansada y voy al baño para arreglarme y salir a un día más en el albergue… N