No puedo evitar sentirme sumamente nerviosa bajo esta situación. El chofer que ha venido a recogerme a la oficina, se estaciona frente al lujoso hotel donde se hospeda el empresario Amir Saffif y baja del coche para dar la vuelta al mismo y abrir la puerta del lado del pasajero. –El señor Saffif la espera en el restaurante central del hotel — me explica y simplemente me limito a darle una forzada y leve sonrisa. —Gracias — me limito a responder y comienzo a caminar rumbo a la entrada mientras que busco mi móvil con la intención de escribirle un mensaje a Alejandro, pero al parecer él me ha ganado. **Estoy detrás de ti. No mires atrás. Me sentaré a unas pocas mesas de donde tú te sientes con él y no te quitaré la vista de encima. ** **Gracias. ** respondo de inmediato y guardo el móvil e