Hoy hay capítulo doble. —Déjame hacerte el amor, Ginebra. –le pido y siento su cuerpo estremecer–, déjame demostrarte que no soy tan idiota y que lo que siento por ti es real. Ella se gira para mirarme a los ojos y pone sus manos sobre mis mejillas. Acaricia mis labios con su dedo y su cuerpo desnudo se pega a mi pecho. —Quiero saberlo, realmente quiero descubrirlo y sentir lo real de tus sentimientos. Hazme el amor, Adán Martell. Acerco mis labios a los suyos y la beso despacio, me tomo el tiempo de saborearla y de acariciar cada centímetro de su piel. La abrazo a mi cuerpo y la recuesto despacio, beso su frente, su nariz, sus labios, nuestras miradas hacen magia cuando se encuentran. Bajo mis besos hasta el centro de su pecho y paso mi lengua por una de sus puntas, la escucho g