Matías Me encontraba descansando, luego de un día agotador. Estaba acostado, listo para dormir, cuando el teléfono sonó y al ver el nombre en la pantalla no tarde en contestar. Sabía perfectamente que Christine, junto a sus tías, primas y algunas amigas, festejarían la despedida de soltera de Samara. Es por ello que su llamada me sorprendió. Demás está decir que cuando me informó que había visto al hombre que la perseguía, la vigilaba y la acosaba, todo dentro de mí se enfureció. Siempre que iba a casa de Christine tardaba cerca de treinta minutos, pero está vez, violando el límite de velocidad, solo me encontré allí en quince. Desde adentro la música sonaba y aunque me habían invitado a la despedida del novio, no me sentía con energía para una fiesta. Sin embargo, aquí estaba.

