Prólogo
El aroma a rosas y gardenias impregna el aire a mi alrededor lo que me hace sonreír internamente al recordar que son sus flores favoritas y es por eso que la iglesia está decorada de forma elegante con miles de estas. El lugar elegido es digno de una reina por lo que es perfecto para ella ya que esta boda, es la boda de sus sueños.
Respiro profundamente cuando los invitados se ponen de pie al tiempo que la melodía del piano se empieza a escuchar, dirijo mi atención a la entrada donde las puertas se abren dejando ver a cuatro de las mujeres mas hermosas que he conocido nunca enfundadas en vestidos de diferentes diseños, pero del mismo color. Oro rosa, su favorito.
Las veo ponerse a un costado del altar antes de regresar mi atención a la entrada y al hacerlo me quedo sin aliento cuando ella aparece del brazo de su padre. Parpadeo repetidamente para estar seguro de la perfección que contemplo en este momento.
- Es hermosa – murmuro sin poder apartar mis ojos de ella.
Vlatka Rivera a mis ojos no tiene comparación, desde que la conocí quede impresionado con su belleza, pero verla enfundada en un vestido de novia la convierte en un sueño hecho realidad.
Tengo que recordarme como respirar mientras avanza por el pasillo del brazo de Miguel Rivera, su padre quien la observa como si fuera el tesoro más valioso en la vida. La escaneo con la mirada grabando en mi mente este momento, sobre todo al verla tan feliz. Noto como resplandece y su sonrisa se ensancha con cada paso que da hacia el altar.
Me llevo una mano al pecho sintiendo los fuertes latidos de mi corazón deleitándome con la imagen frente a mí. Juro que es lo más hermoso que he visto nunca. Mientras la observo recuerdo que jamás creí que existiera la mujer perfecta para mi hasta que la conocí. Siempre escuche sobre el amor y devoción que tienes hacia la persona que amas, pero nunca lo experimente hasta que la vi, hasta que la bese, hasta que la hice mía.
Como si de una película se tratara, por mi mente pasan todos y cada uno de los momentos que he pasado a su lado. Gran parte de mi vida ha sido un infierno, pero conocerla fue como descubrir mi propio paraíso, me sentí el hombre más afortunado del mundo cuando me acepto.
Salgo de mis pensamientos cuando llega al altar y su padre besa su mejilla, es entonces que su mirada se cruza con la mía. Los ojos más hermosos que jamás he visto me observan regalándome una deslumbrante sonrisa la cual dura solo un instante antes de que su atención se centre en el hombre que la espera en el altar y quien extiende su mano tomando la de ella.
Siento una fuerte punzada atravesarme el pecho mientras observo desde las sombras como ese mismo hombre besa su mano cuando Vlatka se pone a su lado frente al sacerdote y cuando la ceremonia inicia yo me doy la vuelta para salir de la iglesia en la que se está casando la única mujer que he amado con el amor de su vida.
Al salir de la iglesia por la puerta trasera veo que mi primo me espera junto al auto del cual abre la puerta para que entre. Antes de deslizarme en el asiento trasero le echo un último vistazo a la iglesia pensando en el cruel sentido del humor que tiene la vida.