Anabel sale de la habitación y me observa con preocupación, pero sobre todo tristeza y sé que todo está mal. - ¿Cómo está? – pregunto acercándome a ella, pero los médicos salen y se hacen junto a Anabel. - Señora Rochester – dice uno de ellos y yo respiro profundamente preparándome para lo que viene. – su esposo ha olvidado los últimos siete años de su vida – una lágrima baja de mis ojos al darme cuenta de que no me recuerda ya que me conoció hace seis años. – no podemos decirle con seguridad si dicha amnesia es temporal o permanente. – me vuelvo a ver a mi suegra quien llora en silencio – él señor Rochester debe comenzar unas terapias especiales ya que su cuerpo estuvo siete meses sin movilidad alguna. - ¿puedo verlo? – el médico asiente con la ca