Me veo en el espejo y la imagen que me devuelve me encanta, me decidí por un vestido azul con tira plateadas cruzadas en la espalda. Me recojo el cabello en una coleta alta y me maquillo de forma discreta. Me calzo unos tacones azules del mismo color del vestido. Me pongo unos pendientes de diamantes y cuando estoy lista, salgo del closet para encontrarme con un Dios griego hablando por celular mientras se pasea por la habitación. Está enfundado en un esmoquin hecho a la medida y que le queda a la perfección, marcando cada parte de su cuerpo. Baltazar se vuelve a verme y sonríe. - Si me sigues viendo así, no saldremos de aquí hoy – dice después de colgar. - Tú tienes toda la culpa – digo acercándome a él para acomodar su corbatín – por ser un deleite para la vis