BALTAZAR... Observo la ciudad a través del gran ventanal qué hay en mi oficina. Estoy preocupado por mi esposa, además de que no sé cómo arreglar lo que está pasando. Esto puede costarnos millones que es lo menos importante, esto podría costarnos nuestra reputación y el de nuestra empresa. Pero hay algo que me alivia y me da fuerza para hacerle frente a lo que está pasando, y está sin importar lo que pase, cuento con el apoyo de mi esposa. Escucho la puerta de mi oficina abrirse y pensando que mi esposa ha vuelto. Me vuelvo, pero me sorprendo al encontrar a mi madre, suegra y está con Alana en sus brazos - ¿Qué hacen aquí? – preguntó preocupado acercándome a ella para tomar a mi hija en brazos. - Anelis nos llamó – dice mi madre – dijo que trajéramos a Alana