Alessandra. Llego a la oficina tan rápido como me es posible después de haber dejado a Brown en su departamento, todo él me resulta tan misterioso, e intrigante que no puedo esperar más si no que el reloj marque las ocho para poder reunirme nuevamente con ese hombre que hoy ha hecho que me tiemblen las piernas. Reviso mi teléfono mientras voy en el elevador, y entonces lo primero que veo al desbloquearlo es el mensaje no enviado a papá, lo leo repetidas veces y entonces lo borro, eso solo desataría una tormenta con papá que ciertamente no estoy dispuesta a soportar, por lo menos no ahora cuando él sigue siendo la parte más importante en mi vida. Y es que, aunque no quiero defraudarlo, las líneas que marcan los motivos por los cuales yo estoy en ediciones Brown parecen hacerse cada vez m