Cee
Bastian cae sobre el suelo, ante mis ojos lo hace lentamente y luego se cubre el brazo a la altura del hombro y un rostro de dolor aparece.
―¡Bastian! ― Grito.
―¡Ves Santieri! Eso es ser un hombre de palabra, uno que no se anda con líos y que cumple lo que promete, no como tú que fallaste en todos los niveles posibles. Al menos tu yerno tiene más agallas en morir por tu hija que tú cuando tenías que hacerlo por tu hijo.
―¡Déjame de recordar esa escena! ― Responde y él me aprieta un poco más hacia su cuerpo. ―¡Jamás! Eres el hombre más deplorable que conozco y eso que yo soy un mafioso de mala muerte como lo comentaste, no tienes idea Cécile de las cosas que tu padre ha hecho para llegar a donde está, no lo reconocerías.
―Ya no lo hago. ― Murmuro. ― Incluso si te puedo decir, j
