Me despierto rodeada por los brazos de Ian, me quedo observando su cara, es tan guapo y ahora mio y solo mío, no se que haría sin él, él es todo lo que buscaba en mi mate, es perfecto para mi. Reparto besos por toda su cara hasta que abre sus ojos.
- Buenos días Bello durmiente.- él se ríe por mi pequeña ocurrencia.
- Buenos días preciosa. - me da un pequeño pico. Nos separamos un poco y nos quedamos mirando.
- Hay que cambiarse.- me levanto de la cama en contra de mi voluntad.
- ¡ Mierda! No tengo camiseta, tus hermanos y tu padre sabrán lo que ha pasado y querrán matarme.- Yo me río y el me mira como si estuviera loca, le tiro una camiseta de mi hermano y él me mira extraño.
- Es de Ángel, me gusta dormir con camisetas anchas y vivo con tres hombre muy altos.- Ian se relaja, yo abr
