Hoy tengo una cita con Ian. Estoy nerviosa. Voy a mi armario a arreglarme. Me pongo un vestido corto gris un poco suelto y unos tacones negros. Dejo mi largo cabello suelto. Me miró al espejo y por primera vez veo eso que todo el mundo ve, el parecido a mi madre. Mis ojos verdes como su ojo derecho, la piel blanca como la nieve pero sobre todo el cabello rubio que cae liso por mí espalda y que llamaba más la atención que el hecho de que mi madre tuviera un ojo de cada color. Salgo de mi habitación y voy al despacho de mi padre. Miro el retrato que nos hicieron a toda la familia cuando los tres pequeños teníamos cinco años. Veo a mi madre con la sonrisa que enamoraba a tantos y por la que consiguió unir a especies que en su momento se odiaban. Salgo del despacho de mi padre y voy a la sala