Capítulo 13 Alexandro Le doy un tour por la casa, para que se distraiga de lo que pasó hace un momento. Siento coraje con esos tres, pero estoy seguro de que mi abuelo los puso en su lugar, y eso me hace sentir feliz. Entramos al cuarto de juegos, vemos a nuestros hermanos jugando ping-pong. El thwack-thwack rítmico de la pelotita de ping-pong llena el aire del cuarto de juegos, iluminado por la luz del sol que entra a través de las ventanas. David y Karina están concentradísimos, la mesa en medio de ellos bajo la luz clara de la mañana. Karina acaba de hacer un remate que David apenas alcanza a rozar con la raqueta, la bolita sale disparada y pica justo en el borde de la mesa. ¡Punto para Karina! Es buena. Suelta una risita triunfal que hace sonreír a David también. David y Karina