—¡No puede ser! Esto debe ser la peor pesadilla en el mundo de cualquier novia. ¿Cómo me casaré? Julieth ¿Crees que podrás solucionarlo en estos días? —Esther estaba desesperada y cansada de intentar, inútilmente, abrochar los botones de su vestido. Cuando llegamos a la tienda, mi prima comenzó a gritar, de tal manera que muchos creerían que se vendría el fin del mundo. De hecho logró espantar a dos futuras clientas de la modista, lo cual está, no tomó muy bien. Comenzaron a discutir, por segunda vez en el día, antes de que la mujer enviara a mi prima a esperarla en el vestidor. Ese fue el momento que aproveché, para acercarme y plantearle mi plan. Al principio, no estuvo de acuerdo, pero luego de dos gritos de mi prima, apurándola, aceptó. Le tomó hacer solo dos puntadas a cada la