Megan: Henry estaba sobre mi, con sus enormes manos sujetando las mías sobre mi cabeza, me sentía una sumisa ante él, no es que eso me molestara, en realidad yo no tenía ni idea de que hacer, así que dejaba que él tuviera el control, lo dejaba guiarme como si yo tuviera los ojos cerrados, confiaba en él. Sus labios besaban mi cuello y su lengua acariciaba mi piel, despertando en mi los instintos más bajos, un jadeo salió de mi boca y Henry se presionó más a mi, podía sentir su virilidad en mi cuerpo, y me puse más nerviosa de lo que ya estaba. —Henry… —Si. —Soy virgen. Henry se rio de mi y se incorporó solo un poco para verme. —Lo sé Megan. Yo resoplé y me tapé la cara llena de vergüenza. Henry se levantó de la cama y me obligó a ponerme de pie, —No quiero que estés asust