Capítulo 5.- La fiesta.

3568 Palabras
Megan: —¿De que hablas?—pregunté confundida, —Me gustas, aún no se de qué manera, de cualquier modo, seamos buenos amigos, cuenta conmigo para cualquier cosa que necesites— dijo Mathew y sonrió, tal vez había visto mi rostro de terror y trató de arreglar las cosas, Me sentí un poco rara, esa era mi primera confesión de amor, y no sabía cómo actuar, llegamos al instituto y estaba más confundida que nunca, un beso, una confesión, ¿Qué más faltaba?. ¿Qué el idiota de Frank dijera que también me amaba?, ja, que ridiculez, Fingiría demencia con Alec, ni siquiera conocía al tipo, ¿Por qué me dejé besar?, debí haberlo golpeado en las pelotas y gritar ¡Violación!, todo eso fue culpa del vino, y en cuanto a lo de Mat, bueno, supongo que no había por qué alterarse, aunque empezaron a correr los chismes de que yo era la novia de Mathew John’s, no sabía que él fuera tan famoso entre los ricos, al parecer si, y algunas chicas sentían envidia y hablaban mal de mi, mientras que otras tantas se guardaban sus comentarios, yo solo las ignoraba, no valía la pena enojarse por eso, A la hora de la comida fui a la cafetería como todos los días, y esperé a Lisa, pero no llego, no la había visto en todo el día, tomé mi charola de comida y fui a una mesa vacía, me di cuenta de que era un mal lugar pero ya me había sentado, justo enfrente estaba Alec con sus amigos, me miraba fijamente sin disimular, no me había buscado en todo el día y no me había llamado o mandado algún mensaje, así era mejor, no era como que quisiera una relación con él… solo había sido un beso… no significaba nada, ¿Verdad?, Frank me miró con sus ojos verdes y le susurró algo a Alec en el oído, él asintió y sonrió, ¿Hablaban de mi?. —Hola…¿Puedo sentarme?— Yo salí de mi transe y miré al joven guapo parado junto a mi, quien sostenía una charola de comida, —Si, claro, adelante— respondí, —¿Eres Megan, no?— —Si,¿ y tú eres?— —Soy Kevin Rosell, estoy en tercer año— Kevin estiró su mano para saludarme y yo estiré la mía, esa corriente eléctrica me recorrió la mano al tocarnos, ¿Qué estaba mal conmigo?, Kevin me miró con una gran sonrisa, tenía unos ojos café claro preciosos, y un cabello castaño largo y brillante, era un chico muy guapo, lo había visto un par de veces, él también usaba una camisa negra pero no sé juntaba con Alec o con los demás de su séquito, parecía excluido, aunque tenía su propio grupo de amigos, —¿Tienes novio Megan?— —No—respondí un poco avergonzada, Kevin sonrió satisfecho y asintió, —Mañana habrá una fiesta en la casa de un amigo, ¿Quieres venir conmigo?— “Una fiesta” —Tengo que estudiar para un examen—respondí, —Tranquila, yo te ayudo, es más, vamos a la biblioteca saliendo de clases, podemos estudiar juntos, así estarás libre mañana— —¿De verdad me ayudarás? — —Por supuesto, no soy un genio ni nada, pero en todos mis exámenes saco notas altas— Kevin sonrió y yo lo admiré sin sentir nervios, tenía bonitas facciones, era alto, él era mi tipo de chico, carismático, amable, guapo, pero no me atraía tanto como para tener una relación, o como para que fuera mi primer novio, solo me parecía atractivo. Después de clases fui a la biblioteca y ahí estaba el guapo Kevin, nos sentamos juntos en una mesa y empezamos a estudiar, Kevin era muy inteligente, entendía cosas que yo no, y también era muy bueno explicando, todo estaba bien hasta que escuchamos unas risas, Alec, Frank, Giovanni, Charles y Joseph llegaron a la biblioteca, se sentaron en la misma mesa que nosotros y Alec no dejaba de verme, como si yo lo estuviera engañando, no podía sacar el beso que nos dimos de mi cabeza, pero muy en el fondo sabía, que eso solo fue un error, Además él no parecía tan interesado en mi, si yo le gustase él me hubiera llamado, o ya me hubiera dicho algo, no lo sé, una invitación o que se yo, ¿No es eso lo que se hace cuando una persona te interesa?, —La pueblerina y el exiliado, vaya, últimamente aceptan a cualquiera en este instituto—dijo Frank con tono burlón, ni siquiera me limité a verlo, no valía la pena perder el tiempo con él, y Kevin parecía pensar igual que yo, Una bola de papel golpeó mi cabeza y yo solo resoplé harta de esos idiotas, ¿Acaso tenían cinco años?, estaba lista para irme pero Kevin tenía otros planes en mente, Kevin se puso de pie y fue hasta donde estaba Frank, —Discúlpate con ella ahora— ordenó Kevin, “Oh no, va haber problemas”, —¿Y si no quiero, que?—preguntó Frank mientras sonreía de modo burlón, —Kevin , déjalo no importa—le dije y lo sujeté del brazo, todo lo que quería era salir de aquel lugar y evitar una discusión absurda, —Discúlpate ahora— ordenó de nuevo Kevin ignorandomé Frank se puso de pie y miró a Kevin de manera retadora, —¿O si no que?— Kevin me hizo a un lado y se lanzó sobre Frank, “mierda”, se estaban peleando y a los demás no parecía importarles mucho, estaban sentados mirando como peleaban, —¡Alec, detenlos!—supliqué al ver cómo se golpeaban sin piedad, ¿Qué acaso nadie iba a venir a detenerlos?, Alec solo me miró y negó con la cabeza, estaba ahí, sentado, cruzado de brazos y mirando como se golpeaban, Kevin le estaba dando una paliza al pobre e idiota de Frank, estaba sobre él, dejando caer sus puños en su rostro sin ninguna compasión, por más que ese idiota me cayera mal, no podía seguir mirando como lo golpeaban, así que sujeté a Kevin del brazo para detenerlo, —Basta Kevin, por favor, ya déjalo—mis manos sujetaron su rostro lleno de furia y él pareció regresar en si, se levantó del suelo y le lanzó una mirada a Alec, —Tú nunca serás un buen líder— Alec solo sonrió y me miró como si yo tuviera la culpa de lo ocurrido, salí de la biblioteca junto con Kevin muy confundida, ¿Un buen líder?, no entendía de que hablaban, —¿Estás bien?— pregunté mientras caminábamos a la salida, —Estoy bien, aléjate de ellos, solo traen problemas—dijo Kevin, era obvio que tenían una rivalidad, solo que aún no sabía ¿El por qué?, —Créeme, es lo que quiero pero todo el tiempo están cerca— —No confíes en ellos, no son buenos, ¿Entiendes? — Yo asentí, aunque no sabía a qué se refería con que no eran buenos, Kevin fue muy amable y su chofer nos llevó hasta mi casa y de ahí se despidió de mi, era en verdad muy carismático, todo lo contrario al idiota de Alec Barone, Había aceptado ir a la fiesta del amigo de Kevin, pero había un pequeño problema, no tenía nada que ponerme, mentalmente me había quedado en mis quince y mi ropa era la de una niña puberta, no tenía nada bonito que usar, me senté en la cama y recordé el diario que me había encontrado, ¿Dónde lo había puesto?, busqué entre mis cosas y por fin el pequeño libro con portada de cuero apareció. Diario de Timothy: Durante la práctica de física hubo una discusión, Caleb se peleó con un estudiante de tercer año, hubo algo muy extraño, sin ningún problema Caleb le dislocó el brazo a un chico mayor en edad y fuerza, ¿Cómo lo hizo?, el maestro los llevó a detención, pero todos sabemos que Caleb no será castigado, nadie se puede meter con ellos, esta noche lo seguiré a su casa y veré más de cerca que es lo que hacen. T.R. ¿T.R?, ¿Caleb?, —Cariño…¿Qué haces?— Cerré el diario y miré a mi madre, ¿Por qué nunca tocaba a la puerta? —Me invitaron a una fiesta, pero no tengo nada que usar— —Una fiesta, que emoción, yo conocí a tu padre en una fiesta, se veía tan guapo…pero en fin, no te preocupes, mañana iremos de compras— dijo mi madre, yo sonreí fingiendo felicidad, odiaba ir de compras, —Bien— —Y ¿Cómo está el chico guapo?— Miré a mi madre e hice una cara de asco, —Te dije que era un violador y aún así lo dejaste entrar— —No es un violador, fue muy amable, creyó que era tu hermana mayor— dijo mi madre con una sonrisa de satisfacción en su rostro, Mi madre se ruborizó al recordarlo y yo sentí ganas de abofetearla, ¿Era tan ingenua? —No es mi amigo y no me gusta— —Pues ayer fue muy amable, venías dormida y él te cargó hasta tu habitación y te arropó, no quiso despertarte fue muy cuidadoso— —¿Qué tal que venía drogada? O ¿Muerta?— —Eres una exagerada, si creyera que es un chico malo no te hubiera dejado salir con él, mi intuición de madre me dice que él es un buen tipo— “¿Intuición de madre?” Era imposible tener una conversación seria con esta mujer carente de su sentido común, lo dejé por la paz y fui a tomar una ducha caliente. ……................ —Mira este cariño— Mi madre me enseñaba infinidad de vestidos, pero ninguno que me gustase, todos de color rosa, o blancos, o con flores, ese era su estilo no el mío, suspiré al sentir dolor en mi cabeza y fui salvada por la campana, le hablaron de la oficina a mi madre, fingí tristeza y la dejé ir, compré un par de camisas, un par de pantalones y unos vestidos un poco más juveniles, jamás había usado zapatos de tacón así que supuse que ya era hora de empezar a usarlos o al menos tratar, Llegué a casa exhausta de comprar, no entendía como algunas mujeres podían hacerlo todos los días, mi teléfono empezó a vibrar sin parar, eran mensajes de Alec, ni siquiera quería pensar en su nombre por lo que lo ignoré por completo, ya era suficiente con verlo todo el día en el instituto, después de dos horas empezó a molestarme, ¿Que no dejaría de llamar?, contesté el teléfono y esperé. —Paso por ti a las ocho— dijo con su voz sexi de locutor, ¿Qué le pasaba al tipo?, ¿Acaso la mierda en su cabeza no lo dejaba pensar correctamente?, —Ya tengo planes, adiós— Colgué el teléfono y me metí a la ducha, me encantaba el acondicionador con olor a fresas, empecé a alistarme y recibí un mensaje de Kevin, «Pasaré por ti a las ocho» «Claro aquí te espero» Sonreí mientras me miraba al espejo, “Soy toda una rompecorazones”, me puse un poco de loción corporal y luego arrugué la cara, parecía que me preparaba para ser desflorada, borré esos pensamientos malos y me puse un poco de maquillaje, era mala con el maquillaje más elaborado, por lo que no usaba demasiado, solo un poco de sombra y un poco de rímel, un poco de labial, un poco de rubor, sequé mi cabello y lo ondulé con la plancha de cabello de mi madre, me puse el vestido rojo que compré, era un vestido corto de una sola manga larga, se pegaba a mi piel, me alegré de haberme ejercitado, “¿Qué no soy femenina?, Vete al diablo” pensé mientras me miraba al espejo, me puse los zapatos negros con tacón no tan alto y me sentí una súper modelo, aunque estaba lejos de serlo, me sentía muy sexi, escuché la puerta de la entrada abrirse y una voz, —Ya llegué, ¿Hay alguien en casa? — gritó mi padre. —¡Si, en un minuto bajo¡—grité desde mi habitación, Me puse un poco de perfume y la pulsera que Mathew me regaló, mi emoción duró poco cuando bajé las escaleras emocionada por qué mi padre me diera su opinión, lo que encontré fueron unos ojos negros fijos en mí, ¿Qué hacía este idiota aquí?, me miraba de pies a cabeza con sus ojos brillantes, tal como me miró su padre la otra noche, me mordí el labio nerviosa por su mirada tan penetrante, —¿Dónde está mi hija?, ¿Quién eres tú?— Miré a mi padre y sonreí de oreja a oreja, —¿Cómo me veo?—Pregunté olvidándome de Alec Barone y de su mirada de loco, —increíble, tómate tus selfies y ve a cambiarte— dijo mi padre dándome un vistazo rápido, —¿Tú que haces aquí?— pregunté ignorando a mi padre y volviendo mi vista a Alec. Alec se aclaró la garganta y se enderezó en el sillón, —Vine por ti— dijo con firmeza, Yo puse los ojos en blanco y la puerta de la entrada se abrió, mi madre había llegado, dio un grito de emoción al verme y me examinó de pies a cabeza, se llevó ambas manos a la boca y corrió a jugar con mi cabello, —¡Te vez hermosa!, me encanta el vestido que elegiste — —Gracias — —Vamos, llegaremos tarde—dijo Alec un poco apresurado, el tipo estaba loco, me tomó de la mano y me sacó de mi casa con rapidez, ni siquiera saludó a mi madre ó se despidió de mi padre, ¿Ahora que le ocurría?, —¿Qué haces aquí?—pregunté —¿Con quién vas a salir?—preguntó cómo un novio celoso, usaba una camisa de vestir de color vino con n***o, con los primeros botones desabrochados dejando ver su marcada y blanca clavícula, se miraba tan atractivo y olía tan bien, no a perfume de hombre, era un olor diferente, me hacía sentir deseosa de él, sentía cosquillas en el vientre, quería tocarlo, arrojarme a sus brazos y besarlo, quería dejar que me tocara… yo no entendía, ¿Por qué me sentía así?, —No es de tu incumbencia, ahora vete— Alec me sujetó del brazo y me jaló hacia él, puse mis manos en su pecho para mantener la distancia, pero fue un error, sentir su fuerte cuerpo me hizo sentir calor en el rostro, mis manos lo recorrieron hasta detenerse en sus hombros, —No juegues conmigo— gruñó en mi oído, —Ya te lo dije, no quiero nada que ver contigo, así que deja de acosarme— Sus labios casi tocaban los míos, podía oler su aliento a menta, y podía sentir su respiración en mi piel, —Mientes— Lo empujé con todas mis fuerzas y apenas logré moverlo un poco, —¿Qué es lo que quieres?, Vete con Roxanne, dijiste que no soy ni la mitad de lo que es ella, ¿Qué haces aquí?—me sorprendí de no haber tartamudeado, y Alec quedó mudo, “si imbécil te escuché decirlo”, Me zafé de su agarre y me alejé a una distancia considerable de él y de lo tentador que era. —¿Acaso estás celosa?— Lo miré con ganas de darle un buen puñetazo, —Estas loco, ahora vete, y para tu información voy a salir con Kevin, él si me gusta, por él si me pondría celosa— Alec me acorraló contra la puerta y me sujetó de las caderas, me hacía estremecer con cada movimiento, esta vez me miraba enojado, —Aléjate de ese idiota, ¿Entendiste?—. —¿O si no que?— Una voz detrás de Alec lo hizo ponerse sombrío y me soltó para enfrentar a Kevin quien acaba de llegar, Kevin usaba un suéter n***o ajustado a su cuerpo y unos pantalones negros, tenía ese algo que llamaba la atención, me alegraba que hubiese llegado, estar sola con Alec me ponía mal, —O si no voy a matarte—dijo Alec de modo amenazante, —No me asustas Alec, así que guárdate tus amenazas— —No te preocupes, no se quedarán solo en amenazas, tendrás que irte muy lejos esta vez— dijo Alec, —Claro, sigue soñando…Megan, ¿Estás lista?— pregunto Kevin ignorando a Alec, Salí de mi transe y asentí, —Entra, te presentaré a mis padres—dije ignorando la mirada asesina de Alec, ambos entramos a la casa y se lo presenté a mis padres, aunque no dejaba de pensar si Alec estaba aún ahí afuera esperando a que saliéramos, ¿Por qué se comportaba tan raro?, ¿Debería de empezar a preocuparme?. Mi madre quedó fascinada con Kevin y mi padre igual, después de un rato salimos de la casa y por suerte Alec ya no estaba ahí, subimos al carro de Kevin y fuimos a una casa muy bonita en un buen vecindario, entramos y había mucha gente, en su mayoría jóvenes, noté que habían muchas bebidas alcohólicas, y todas las chicas eran bonitas, parecía que era un requisito para poder entrar, Kevin era muy atento conmigo y me cuidaba como a una hermana menor, pero me di cuenta que quería ir a divertirse, por lo que lo dejé ir con sus amigos, que bebían sin ningún control, la música sonaba demasiado alto y yo no conocía a nadie, todos parecían estar en sus propios asuntos, estuve un rato mirando a Kevin y a sus amigos tomar y reír, hasta que me enfadé, me dolían los pies y sentí que haberme vestido tan bien no había valido la pena, Decidí irme de la fiesta, salí a tomar un taxi, y fui directo a casa sin ningún problema, quería despedirme de Kevin pero ya estaba un poco ebrio y no creí que me dejase ir tan fácil, prefería no arriesgarme, Entre a la casa y mis padres estaban dormidos, ¿No se supone que estuvieran preocupados por mi?, fui a mi habitación y me puse la pijama, miré mi teléfono y noté una serie de llamadas perdidas de Alec y un montón de mensajes. «¿Dónde estás?» «Mándame la dirección iré a buscarte» «No tomes mucho» «Pasaré a buscarte, dime dónde estas» «Megan, ten cuidado con Kevin» «¿Podemos hablar?» La cabeza me empezó a doler y dejé el teléfono por mi propio bien, estaba empezando a quedarme dormida cuando empezó a sonar de nuevo, miré el identificador y era Alec de nuevo —¿Qué?— pregunté cuando tomé la llamada, —¿Dónde demonios estás?— —Estoy con Kevin, vamos a tener sexo, no molestes— —Maldita sea Megan, si te metes con él juro que te haré la vida imposible— —Jaja, no me molestes— —Megan…por favor, escúchame me gustas, hablo enserio, iré por ti dime dónde estás, por favor— —Alec…adiós…¡Violador!—colgué el teléfono y me quedé pensando un momento, ¿De que rayos hablaba el tipo?, no le di tantas vueltas al asunto, pero el teléfono empezó a sonar una y otra vez, Contesté de mala gana y Alec en verdad se oía molesto, —Alec, estoy en mi casa, solo estaba jugando contigo, ya deja de llamarme— Alec me colgó y yo solo aventé el teléfono lejos de mi y me quedé dormida, pero me duró poco el gusto, alguien tocó a la puerta de mi habitación, debía de ser mi madre, fui a abrir la puerta y grité al ver a Alec, el puso su mano en mi boca para callarme y me empujó adentro de la habitación cerrando la puerta tras el, —Shhh, deja de gritar—me ordenó en voz baja, quitó su mano de mi boca y me miró, —¿Qué haces aquí?, ¿Cómo entraste?— pregunté mientras lo miraba un poco asustada, me miraba como un depredador mira a su presa indefensa, el tipo debía tener problemas mentales o algo, Alec no respondió mis preguntas y solo me sujetó de la cintura, la cabeza me daba vueltas como si estuviera ebria, mi corazón empezó a latir como loco y sentía cosquillas en el estómago, Alec acarició mi cabello y después mi mandíbula con un toque suave y cálido, yo estaba petrificada y no podía moverme aunque quería hacerlo, sus labios tocaron los míos de un modo gentil, cerré mis ojos automáticamente y sentí como se presionaba más a mí, el calor de su cuerpo me gustaba mucho, su aroma, su tacto, la suavidad de sus labios, tenia que admitirlo, Alec Barone me volvía loca. ▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️ NO HAY SENTIMIENTOS «INCORRECTOS», TODOS ELLOS TIENEN SU PAPEL Y SU UTILIDAD…
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR