—Todos están en una isla, les enseñan libertad, pero deben hacer trabajos para ganarla, —les explica—Es imposible ingresar o salir de allí… —¿Cómo lo has logrado? —Alfred, —susurra con tristeza y admiración por aquel señor—Es el científico que logro mantener el gen inactivo, me ayudo a escapar activando la alerta de incendio, —murmura. —¿Cuántos clones tuyos son? —cuestiona el hermano de la diva. —Hasta ahora son treinta, sin embargo, han creado clones de otras especies, no son sobrenaturales, —aclara—Mezclan genes humanos con animales salvajes y lo estabilizan con una especie de suero, —esto vas más allá de su conocimiento, Alfred nunca le dio detalles de lo que hacían. —Crearon una especie nueva, —afirma Samael. —Es inhumano lo que hacen allí, —Eva es